
No cabe ninguna duda que el Real Madrid ha sido el mejor equipo de la Liga de principio a fin, dueño absoluto y dominador desde la segunda jornada de Liga, en la que alcanzó el liderato, posición que no abandonaría ya en los 37 partidos restantes. Una liga en la que ha establecido un nuevo récord de puntos (85) desde que se juega con la fórmula de 20 equipos. Un título basado en la fortaleza de su defensa, la menos goleada del campeonato, y su capacidad realizadora, siendo el equipo más goleador de la competición.
La superioridad de los de Schuster ha sido tal que sólo hay que echar un vistazo a los datos finales: Campeón con récord de puntos (85) con el actual sistema de 20 equipos. El anterior era del Barcelona (84) en la temporada 2004-2005. La distancia con sus rivales puede calificarse de abismal en algunos casos. Ocho puntos al Villarreal, ¡18 al Barcelona! y ¡21 al Atlético de Madrid!, por comparar con los que han obtenido plaza de Champions. Veintiuno también al Sevilla y 25 al


La clave, el triunfo en el Nou Camp En la jornada 17ª, casi en el ecuador de la competición, llegó el momento clave del campeonato. Se enfrentaban en el Nou Camp el Barcelona y el Real Madrid. Una victoria de los catalanes les pondría a un punto de los madridistas. Los pronósticos eran encontrados, pero en Barcelona se confía plenamente en recortar la diferencia y meter presión a los madridistas. Sin embargo, los deseos quedaron en eso, en deseos y el sueño se desvaneció. Los de Schuster jugaron uno de los partidos más serios de la temporada y se impusieron por 0-1, dando un golpe de autoridad que acusaron todos sus rivales. Alirón pamplonicaA partir de aquí, el Madrid se fue distanciando en la tabla clasificatoria hasta llegar a una diferencia de 10 puntos sobre el Villarreal, segundo clasificado y 11 sobre el Barcelona, en la trigésima tercera jornada. Así que desde seis jornadas antes ya nadie dudaba que el Real Madrid sería el campeón. La pregunta era cuándo. Llegó la primera oportunidad en la jornada 34, pero el Villarreal, segundo en la tabla, no cedió en su visita a Sevilla y la victoria de los madridistas ante el Athletic no tuvo el efecto deseado. A la semana siguiente nueva oportunidad, esta vez en un campo tan difícil como el de Osasuna. Las cosas se torcieron tras el descanso con la expulsión de Cannavaro y el gol rojillo conseguido de penalti. Parecía que habría que aplazar una jornada el alirón, con el Barcelona como rival, pero los madridistas lograron la gesta. Primero Robben y después Higuaín, dieron la vuelta al marcador en tan sólo tres minutos. Una victoria que valía una Liga. Luego, llegó la goleada al Barcelona (4-1), en un partido en el que la superioridad madridista fue tal que el tanteador pudo ser de récord y escándalo. La campaña se cerró con un empate ante el Zaragoza –equipo que se jugaba la permanencia, que no ha podido retener-, para cerrar la excepcional temporada con una goleada al descendido Levante (5-2), que ponía el broche de oro.
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